jueves, 23 de noviembre de 2023

En algún lugar de un gran país

 🎵 En algún lugar de un gran país

Olvidaron construir

Un "lugar" donde no queme el sol
Y al "hablar" no haya que "discutir"

Y en las "broncas"
Mueren "relaciones" sin saber
De su magia
Concedida, sin pedirlo
Mucho tiempo antes de nacer🎵


Y mientras  tanto... allí fuera, fuera de la pantalla la brecha cada vez es más grande, cada vez hay más "ellos" y "nosotros", cada vez estamos más lejos, cada vez más distancia entre los bandos, cada vez más bandos, cada vez más convencidos de nuestra verdad, cada vez más convencidos de que, cómo si no, "nosotros" somos los buenos y ellos los malos. 

Cada vez más encerrados en burbujas con nuestros iguales, cada vez más cercanos a nuestros "blancos" y nuestros "negros", más lejanos de los "grises", de los matices.
Propósito del día: tener un poco más de empatía, ponerte en los zapatos del otro, saber que no siempre tienes razón y que en la conversaciones tan importante como hablar es escuchar. Besos  y buen jueves.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Elegir las batallas

Hoy es un día raro. Casi es mediodía y todavía no ha saltado ningún nuevo escándalo en la prensa digital que haya agitado la mañana informativa.

Hay una calma tensa, asimilando todavía todo ese torrente de información de los últimos días con sus protagonistas, con sus buenos y sus malos, con sus héroes y sus villanos.

Buceo por la prensa digital entre nuevos ministros y motosierras y mi atención se para en una famosa cantante que ha llegado a un acuerdo con la justicia, reconociendo su delito, aceptando una multa millonaria y 3 años de cárcel (pero, tranquilos, no ingresará en prisión). 

El tema me deja frio, me hace plantearme si la justicia es igual para todos... pero no me levanta del sillón. Eso si, me quedo con la frase que dice a la salida a "la nube de periodistas":

"Tengo que escoger mis batallas y la más importante ahora es hacer..." 

Pues eso, ya tengo un aprendizaje para el día de hoy y viene del lugar menos esperado... Debemos centrarnos, no pelear por batallas que no nos van a  dar de comer, no entrar en discusiones de bufandas, no pelear en trincheras de las que nos cuesta salir, no entrar en intercambios dialécticos que dejan heridas. Como dice mi defraudadora fiscal favorita "debemos escoger nuestras batallas" y cada uno llenaremos los puntos suspensivos de la frase con lo que de verdad nos importa y nos hace mejores. 

Y a estas alturas del partido deberíamos saber cuáles son las batallas que de verdad importan. A una edad que cualquier capricho empieza a ser urgencia, alejados de las noches de gloria, risas y música y empezando a acostumbrarnos a las salas de espera de los médicos escoger las batallas que de verdad merezcan la pena es un buen consejo para un lunes de noviembre, antesala de la llegada del invierno. 

Y si puede ser que las batallas sean pocas y las guerras menos. Quizás se trata de saber decir que no, simplemente ver de lejos las conversaciones que van a tornar en discusiones y evitarlas


 

 


miércoles, 7 de marzo de 2018

Todos necesitamos fake news

De vez en cuando se ponen de moda palabras, de vez en cuando hay palabras recién nacidas que parecen que han estado toda la vida en nuestras conversaciones, de vez en cuando hay modas que nos desbordan. En tiempos de postverdad ( es decir, de pre-mentira) todo el debate se centra en las fake news y, a la vez, se inunda de fake news.
Y salen los adalides de la verdad ( sin post) diciendo que ahora es más necesario que nunca el periodismo de toda la vida, que lo único que protege al ciudadano ( qué manía con protegernos) de todas estas noticias falsas son las cabeceras de prestigio, las firmas contrastadas, las firmas de siempre, el rigor del oficio periodístico... pero luego las redacciones de los medios digitales se llenan de pantallas que detallan cada click de cada noticia, lo que funciona y lo que no, y ese ranking es el que marca el rigor y el rumbo de las noticias.
No solo hay que ser el primero que lo cuente, hay que ser el que más "tráfico" genere, medido en la dictadura de un click. Ya no se busca influir, crear opinión, movilizar a los lectores ... lo único que se busca es tráfico que soporte los gráficos de un power point que enseñar a los jefes, a los inversores, a los clientes, a los anunciantes ... El drama del periodismo actual, el drama del periodismo digital.
Y en medio nosotros consumiendo mucha más información ( ¿os suena "infoxicación"?) de la que somos capaces de asimilar. buscando nuevas fuentes, nuevas voces que calmen nuestras dudas, que apuntalen nuestras creencias.
Y además estamos presos del efecto burbuja, navegamos por páginas que confirman lo que pensamos, entramos a diarios digitales que reproducen lo que pensamos ( "qué casualidad" pensamos), debatimos en grupos de whataspp donde todos piensan lo mismo que nosotros y reenvíamos memes que nos llegan, sin confirmar su veracidad por más peregrino que pueda parecer lo que en él se afirma, incluso reenvíamos noticias que no hemos llegado a abrir pero tenían un titular tramposo. ¿Para qué vamos a contrastarlo,si coincide con lo que pensamos o con lo que queremos pensar?, ¿para qué si reafirman nuestras convicciones? ¿Para qué?
Y mientras allí fuera, fuera de la pantalla la brecha cada vez es más grande, cada vez hay más "ellos" y "nosotros", cada vez estamos más lejos, cada vez más distancia entre los bandos, cada vez más bandos, cada vez más convencidos de nuestra verdad, cada vez más convencidos de que, cómo si no, "nosotros" somos los buenos y ellos los malos.
Y mientras la actualidad inexorablemente va escupiendo temas, temas que aleatoriamente nos distraen de lo importante y nos reafirman en nuestras endebles creencias, Y para cada tema nuevo a los dos lados del ring la legión de defensores y de detractores, dispuestos a no escuchar ni dialogar sino a repetir a gritos sus argumentos ( los propios o los comprados) por twitter, mar y aire.
No queremos escuchar, no queremos aprender, queremos convencer.
Y ahora piensa en el tema que quieras ( feminismo, Cataluña, Trump, populismo, refugiados, corrupción, emigración, autonomías, religión,  ...)  y piensa en tus fuentes, dónde te informas, de quien y de qué te fías. Y piensa por un momento por qué los del otro lado piensan en cada caso distinto. E intenta entender al otro.

martes, 2 de agosto de 2016

Agosto, hoy empieza todo

Hoy empieza todo. Hoy se hacen las promesas que luego no cumpliremos. Se reniega de los excesos en los que luego caeremos. Se posponen para Septiembre lo que luego tampoco haremos ...

Algunos lo hacemos en blogs que nadie leerá, otros dejamos testimonio en tuits que ni incendiarán las redes sociales ni serán trending topic. Otros escribirán sus propósitos al amparo de una sombrilla en cuadernos que se perderán en la playa como lágrimas en la arena. Los últimos, simplemente lo harán en un papel escondido en un libro que luego no recordaremos.

La tienda de ropa de la esquina, el banco o el bar han cerrado al público y aprovechan para mejorar la cara, la puesta a punto que la crisis o la vorágine diaria fue postergando.

Los viejos pasean pronto  y hacen sus recados antes de que el sofocante calor les recluya en casa. Son las 10 de la mañana, es 2 de agosto,Este post enfila su recta final y las persianas metálicas de todas las tiendas de Inditex suben a mi paso para recordar que es hora de abrir, que para ellas no hay agosto que valga y que, a cambio de aire acondicionado, estás invitado a consumir.
Aun así y a trompicones siguen siendo válidas las palabras de Benedetti "Madrid quedó vacía, solo quedamos los otros".
En la radio de este país en funciones recuerdan que hoy hace 40 años murió Cecilia,
En una carretera de Zamora se truncaron un millón de sueños.
Y aunque la radio no lo recuerde yo recuerdo aquel agosto en blanco y negro en Sádaba cuando un niño de Chamberí descubrió que también su familia "tenía pueblo" mientras comía "las migas" del tío Amado y la tele escupía noticias de accidentes de Cecilia, de Niki Lauda y del petrolero Urquiola.

lunes, 25 de abril de 2016

Redes sociales: se trataba de escuchar y conversar no de gritar



"Los mercados son conversaciones" nos lo decían a finales de los 90 los chicos del Manifiesto de Cluetrain. Y nos lo creímos a pies juntillas, y lo practicamos, y aprendimos y fuimos felices …
Y tratábamos de evangelizar a clientes, amigos y alumnos cuando toda la ola digital como un tsunami explotó cambiando nuestro día a día y nos pedían en diversos foros nuestra modesta opinión.
Hoy aquello suena tan lejano como un regate de Ronaldinho o un verso de Jota en los primeros Planetas. La realidad  mató a la conversación.
 Muchos de los que se creyeron lo de “el mercado son conversaciones” con la boca pequeña, y los que nunca lo hicieron, se han dado cuenta que conversar de igual a igual con clientes, competidores, o simplemente con quien no piensa como ellos lejos de enriquecerlos les provoca inseguridad y cansancio, les "desnuda" demasiado delante de sus clientes y les muestra que hay más realidad y más opinión que la suya.

Otros usuarios de redes han decidido adoptar el  televisivo modelo  “sálvame” ( en cualquiera de sus versiones: corazón, política o fútbol). Y si hoy te asomas a las redes, sobre todo en twitter, es fácil ver analogías con la televisión …   o  hay gritos y mítines o “nos vamos a publicidad”.  

Según un estudio de la consultora RivalIQ  la única métrica de Engagement que creció durante 2015 fue el número de post compartidos. El resto, tales como los likes o los comentarios sufrieron un descenso el año pasado. Es decir cada vez se comparte ( se dispara) más información pero cada vez se comenta menos ( estamos más preocupados en volver a disparar que en hablar).
No tienes más que darte una vuelta por tu timeline para comprobar que esta tendencia hace tiempo que llegó a las redes. Éstas cada vez funcionan más como un gran megáfono con el que convencer al mundo de nuestra genialidad (twitter) nuestra empleabilidad (linkedin) o simplemente lo molones que somos ( Facebook e Instagram) y  , en el peor de los casos, escupir nuestra opinión. Cada vez menos como un lugar donde escuchar, donde conversar y donde co-crear y compartir ideas y conocimiento. 
Diríase que a las redes, por desgracia, cada vez más se viene a gritar, a buscar gresca, a atarcar y cada vez menos a escuchar y conversar.
No sé si por influencia del desembarco masivo en las redes sociales de los personajes de los mass media (famosos, pseudofamosos, políticos, futbolistas, periodistas estrellas e incluso estrellas varias) el ambiente se ha crispado, el debate ha dejado paso a la discusión, las ganas de colaborar a la bronca permanente …
Hay veces que no apetece entrar en un sitio donde como mucho vas a recibir “gritos digitales” de quien no piensa como tú, “mítines publicitarios” del que quiere que pienses como él o  del que te quiere vender algo o venderse a sí mismo ( cuánto daño ha hecho la explosión del personal branding!).
Y además por el camino hemos perdido espontaneidad, conscientes de lo expuestos que estamos  a qué dentro de unos años los “arqueólogos digitales” saquen de contexto tu chascarrillo de sofá condensado en 140 caracteres y lo utilicen como arma arrojadiza.

Algunos lo explican con la teoría de que el español no escucha, simplemente espera agazapado a que el de enfrente tome un descanso en su discurso y respire para entonces meter baza y colocar  la cuña sin tener en cuenta lo que acaba de decir la otra persona. Y así el diálogo se convierte en una sucesión de monólogos. No dejaría todo ello de ser más que un reflejo del estado de la nación entre nublado y amenazando tormenta.
Pudiera haber algo de razón, pero yo me pregunto ¿y qué pasaba hace unos años cuando las redes eran un lugar idílico de conversación y de aprendizaje?.

Llegados a este punto solo cabe tener esperanza. ¿El panorama es tan negativo? ¿Toda la red está dominada por esta ola? Por fortuna no! ... como en Astérix todavía queda “una pequeña aldea poblada por irreductibles galos” que se resiste a sucumbir y sigue haciendo de Twitter, de Linkedin, de las redes …  lugares donde compartir conocimiento, donde hacer o fortalecer relaciones, donde encontrar oportunidades, donde descubrir y acceder a  personas que nos aportan valor, que nos sorprenden y con las que podemos establecer lazos profesionales o personales enriquecedores.

En manos de los que algún día encontramos en las redes ese espacio de conversación está revertir esta situación, conseguir que ese clima de debate, aprendizaje, conocimiento y  colaboración vuelva … o si no  ,sencillamente, habrá que “buscar otro bar” (¿qué son las redes sociales sino un bar?)  para empezar otra vez de nuevo a hablar y escuchar … y aprender.

jueves, 26 de noviembre de 2015

De repente, Gil de Biedma, Bertín y el Black Friday

De repente un día miras el perfil en Linkedin de alguien con quien acabas de tener  una reunión y descubres que nació cuando tú ya estabas estudiando la carrera; de repente ves que determinado grupo hace su gira de 30 aniversario y recuerdas cuando fuiste a verles en aquel garito de Malasaña la primera vez que tocaban en Madrid; de repente tu hijo llega tarde a casa y te das cuenta que repite la mismas excusas que tu balbuceabas en blanco y negro a tus padres cuando Madrid estallaba en technicolor ( mientras tarareabas el CenaRecalentada de Golpes Bajos).

De repente ves los obituarios del periódico y descubres que  escritores, políticos, actores y periodistas que tu recuerdas como si fuera ayer jóvenes y en plenitud van desapareciendo inexorablemente. De repente resuenan en tu cabeza esos versos de Jaime Gil de Biedma en la voz de Loquillo “que la vida iba en serio uno lo  empieza a comprender más tarde”  y esbozas una sonrisa amarga. De repente te encuentras con aquel vecino que era el rey de los billares de la calle de al lado y descubres que es mayor de lo que era su padre entonces y que además lo parece.

De repente descubres que no solo los jugadores de fútbol y los entrenadores sino también los árbitros son más jóvenes que tú e incluso algunos presidentes de club! …  y todavía recuerdas con nitidez cuando te peleabas por los cromos de Neeskens y Leivinha. Y también de Macanás y Montero Castillo.

De repente quedas a cenar con tus amigos y hay un invitada nueva a la mesa. Se llama presbicia y os faltan brazos para alejar el menú de vuestra cara y conseguir ver esa letra cada vez más pequeña. 
De repente te sientas a ver Cuéntame y te sientes el abuelo cebolleta explicando a tus hijos que es aquello de la Movida y donde estabas tu la noche en que se quemó Alcalá20.

De repente incluso esos que luchan por presidir este país y están dispuestos para eso a tirarse en globo, bailar, hacer rafting o entrar en tu casa o en la mía ... también son más jóvenes que tú.
De repente enciendes la tele y aparecen Bertín Osborne y María Teresa Campos y  … entonces desaparecen los cinturones de seguridad, los contenedores de reciclaje y  la gente vuelve a escupir en la calle y a tirar los huesos de aceituna en los bares mientras los ríos de serrín crecen. 
Vuelvo el humo del tabaco a los hospitales y  vuelve “la España del cachondeo y la paella” que tanto echa de menos la estrella de la televisión.

De repente miras por la ventana y llegan las luces de Navidad, las muñecas de Famosa se dirigen al portal ( gracias FiguerolaFerreti),  Freixenet nos desea Feliz Navidad y los polvorones y las peladillas luchan por sobrevivir.

De repente tu que habías vivido pisando el acelerador y sin mirar atrás te descubres buscando el freno, queriendo paladear cada momento.

También de repente hoy es el día de Acción de Gracias ( para mayor gloria de Cascajales) mañana es el Black Friday y el lunes el Cyber Monday.

De repente te das cuenta de que se te hace tarde, y tienes que ir a hacer cola para entrar en el Primark. De repente los versos de Gil de Biedma otra vez en tu cabeza..


lunes, 31 de agosto de 2015

Nueva York y el despegue del soccer


Los domingos son el día futbolero por excelencia en España, o por lo menos era antes de que las televisiones nos descuadraran todos los horarios e hicieran del fin de semana un Carrusel Deportivo sin fin, pero ... ¿os habéis preguntado alguna vez cómo se vive este deporte en los Estados Unidos? ¿es el domingo también el día? ¿hay aficionados más allá de la comunidad latina? ¿los fans lo son de los equipos o siguen a jugadores concretos?

En Nueva York el soccer, (como ellos lo llaman para diferenciarlo del fútbol americano), sigue acumulando aficionados. El fútbol ya no es un deporte minoritario, y la generación más joven se está aficionando al deporte rey. El verano pasado estuve más de un mes en NY y pudo comprobar en los campos cercanos de Battery Park y el Pier 40 como la pasión ( y la habilidad) por el soccer en los menores de 20 años es muy similar a la que existe en cualquier ciudad española.




El equipo insignia de la ciudad, el New York City Football Club. empezó su andadura el año pasado, pero ya tiene una buena legión de fans,  y yo me incluyo entre ellos. Hace justo un año acudí con mis hijos al Yankee Stadium en Bronx a ver un espectacular Manchester City vs Liverpool. El campo estaba lleno y el público seguía con pasión cada jugada ... eso sí, con tiempo para dar cuenta de los hot dogs y las alitas de pollo!. El saque de honor lo hizo David Villa, recién fichado entonces, y en esos momentos el único jugador del recién nacido equipo blue.

El New York City FC existe gracias a otros dos equipos: el Manchester City, (fútbol) y los New York Yankees (béisbol), de ahí los colores de su escudo. El azul cielo rinde homenaje al equipo británico, mientras que el azul es un tributo a los Yankees. ¿Y el naranja? Un guiño a las raíces holandesas de la ciudad de Nueva York.

David Villa, pichichi histórico de la selección española, marcó el primer gol de la historia del New York City FC, todo un registro más que añadir al largo historial del "Guaje". Este verano han echado el resto y han fichado al fantástico Andrea Pirlo, que compartirá vestuario con la estrella británica Frank Lampard y con otro viejo conocido de nuestra Liga, el lateral Andoni Iraola. 
Parece que una segunda era dorada para el soccer en Estados Unidos está empezando tras aquella primera ola que en los 70 llevó a astros mundiales como Pelé, Beckenbauer, mi adorado Neeskens y Chinaglia con el Cosmos como gran icono.

Como apasionado de los espectáculos deportivos, me encantó ir el verano pasado con mis hijos al Yankee Stadium en el Bronx, el estadio en el que juega el New York City FC en la actualidad. Cogimos la línea 4 de metro, que deja justo enfrente del estadio. La temporada de fútbol en EE.UU va de marzo a octubre, por lo que en un caluroso día de verano neoyorquino es imprescindible, refrescarse y ... pasar por caja!. En Yankee Stadium van pasando con refrescos, yo elijo una cerveza para mi (pagada a precio de oro!), y los típicos hotdogs. Un clásico. Mis hijos se decantan por unas
cheese fries, unas patatas fritas bañadas con queso en cantidades industriales. ¡Una bomba!


El ambiente es muy distinto al que se  puede vivir  en un Bernabéu o Camp Nou, y por supuesto no tiene nada que ver con los míticos estadios británicos con esos cánticos que ponen los pelos de punta ... pero los cityzens, (socios del club) son muy entusiastas y , cómo decirlo, muy agradecidos! con cualquier detalle técnico. Me imagino que la conexión Pirlo- Villa que ya ha empezado a dar sus frutos este verano va a levantar pasiones en el Yanquee Stadium.

Si estás en Nueva York y te apetece vivir la experiencia, ir a ver al New York City Football Club y vivir un partido de fútbol al estilo americano. Si prefieres ver otros deportes en Nueva York, hay mucho para elegir dependiendo de la temporada: hockey, baloncesto, fútbol americano y béisbol. En todos tan importante como el partido en sí es la previa y todo lo que rodea al evento deportivo. Nosotros fuimos también a un par de partidos de béisbol. A pesar de los esfuerzos de mi cuñado en sus explicaciones no conseguí llegar a entender la mecánica del juego pero ... el ambiente antes , durante y después del partido es magnífico. Es Estados Unidos en estado puro, una experiencia para conocer un país. No te arrepentirás.

Por lo demás, hoy 1 de Septiembre, feliz vuelta al Tajo ... que es navegable!.

domingo, 26 de julio de 2015

El verano que leí "Maldito United" de David Peace

El verano que leí "Maldito United" también pudo llamarse el verano en el que mis amigos cumplieron 50 años, el verano que operaron a mi padre, el verano que volvimos a Asturias, el último verano que no usé gafas para leer, o el verano que descubrimos que lo del cambio climático iba en serio ...


pero ese verano  fue el verano en el que el Lateral Zurdo leyó "probablemente la mejor novela jamás escrita sobre el deporte" como reflejaba una reseña de The Times que saludaba con contundencia desde la portada de aquella novela.

Fue el verano de 2015 cuando este lateral y un encargado de Top Books como sacado de un círculo de Podemos ( os acordáis "de la formación morada emergente"?) se enfrascaron en una charla enciclopédica sobre libros y fútbol, que acabó en empate presidida por el gran Nick Hornby y escuchada por un alucinado joven dependiente cuyos tatuajes no comprendían tanta pasión para hablar de algo tan banal como el fútbol.
Como resultado de esa charla bajé por la calle Luchana camino del hospital sintiendo la misma ilusión que décadas atrás tenía cuando salía de los sótanos de Gran Vía o de Escridiscos con el disco de turno tan esperado.
Esta noche no dormí, cuando los primeros rayos de sol entraban por la Plaza del Valle de Suchil y las primeras enfermeras del turno de mañana entraban llenas de energía los 44 trágicos días de Brian Clough al frente del Leeds United en aquella aciaga temporada 74-75 estaban llegando a su fin.
La agonía del joven entrenador que solo 2 años antes había asombrado a la Inglaterra futbolera desde las filas del Derby County golpeaba en mi cerebro como un drama clásico donde ambición,traición,éxito y fracaso jugaban sus bazas.

Esa noche, con esas historias del fútbol del siglo pasado, de fútbol con olor a pintas de cerveza y a tierra mojada, con reminiscencias a barra de pub  y a Inglaterra pre-thatcheriana, unos personajes que hacían oposiciones para un casting de Ken Loach me tuvieron toda la noche en vela,

Recuerdo aquella noche de julio de 2015 como si fuera ayer.

La lectura de aquel libro me reconfortó de una tacada con la buena literatura y con las historias contadas con un principio y un final pero también con las islas británicas, con la cultura pop de los suburbios british y sobre todo, con el fútbol con mayúsculas, ese deporte que nada tiene que ver con los Blatter y similares ni con esa prensa de "trinchera y sálvame" ni siquiera con esas megaestrellas convertidos en hombres anuncios esclavos a partes iguales de su mánager y su Instagram.

Todavía hoy resuenan en mi cabeza las vehementes frases de Brian Clough, esa especie de Javi Clemente británico que abandonó una prometedora carrera como futbolista a causa de una prematura lesión y que se consagró en la década de los 70 como uno de los grandes entrenadores de las islas. Odiado y respetado a partes iguales, tras su subida al cielo en el Derby County y su caída a los infiernos en el Leeds, pasó definitivamente a la historia por hacer por 2 veces campeón de Europa al modesto Notthingam Forest.
El libro refleja la permanente pelea con el mundo, al modo de un tal Mou, de un hombre fiel a sus principios y a un único amigo, preso de sus triunfos prematuros y de un destino trágico de la vida.

Si te gusta el fútbol, no lo dudes, corre a tu tienda a comprar este libro. Si no te gusta el fútbol, también.



martes, 21 de abril de 2015

El primer partido de mi vida

El primer partido de mi vida fue en Septiembre, el mes en que cada año empezaba todo: las colecciones de cromos, los últimos fichajes, los amigos que volvían,  también el colegio, las rutinas de las tardes,  los pantalones largos, los días cortos y , claro, la Liga.


Mi tío, y padrino, tenía 3 hijas y una afición futbolera que no tenía salida en su casa. Había convencido a mi padre para que nos hiciéramos socios del Real Madrid los 4 (aun cuando sólo él era del Madrid) . Era una buena solución para dar salida a mi desmedida afición por el fútbol toda vez que el equipo de mis sueños jugaba demasiado lejos.
Así que ahí me ves, por si no era suficiente con ser uno de los 2 del Barça en mi colegio  en pleno barrio de Chamberí en esos años en los que el Barça para diciembre ya tenía perdida la Liga, ahora además cada 2 domingos sería hincha ocasional del Málaga, el Sporting, el Valencia o el que fuera en espera de ese milagro que nunca ocurría: ver perder al club del que era socio.
Aquel día de septiembre, yo acababa de conocer a algunos primos que vivían lejos en la comida del 70 cumpleaños de mi abuela. Habíamos comido en Rugantino, un restaurante italiano elegante y  moderno del grupo Vips (en los 70 cualquier cosa que no fueran macarrones era moderno para un niño de 9 años). Pero yo me había pasado toda la comida pensando en el partido  y preocupado por si llegaríamos tarde a mi estreno.
En aquel septiembre del primer partido de mi vida, Franco todavía vivía, (aunque en las conversaciones que tenían los mayores yo había oído que estaba muy malo y que ya le quedaba poco), Aute estaba a punto de componer “Al Alba” tras la noche más larga y los Alcántara ya debían estar viviendo en San Genaro pero yo por entonces todavía no les conocía.
La tarde del primer partido de mi vida, yo me planté en el Bernabeú conociéndome todas las alineaciones  del Racing, del Hércules del Salamanca, del Granada y hasta del Elche. Mi cabeza estaba llena de oriundos y los Finarolli, Trobbiani, Saccardi, Giuliano, Carnevalli y Caszely no tenían secretos para mí. También conocía el nombre de los reservas, dónde habían nacido, si eran o no internacionales por su país y la altura y peso de muchos de ellos.
Nunca tanta información contenida en un espacio tan pequeño como el de un cromo fue tan asimilada por un niño ( conformando lo que Tomás definiría años después como “maleta de información inútil”).
En el primer partido de mi vida quise que me compraran una almohadilla que como me informaron mis vecinos de localidad además de hacer más confortable el cemento de la grada me serviría “para tirársela al árbitro al final del partido si no me había gustado su actuación”.
En el primer partido de mi vida, y en los siguientes, el fútbol olía a puro, a carajillo, a termo de café ( pasado de mano a mano como vería correr los Minis en El Parador menos de 10 años después). Y en el campo había mucha melena, mucho bigote, poca “tableta de chocolate” y ningún tatuaje.
El primer partido de mi vida, y los siguientes, son recuerdos de gente subida en las azoteas de los edificios  de Concha Espina intentando atisbar algún gol. También de mantas para combatir el frío y de paraguas compartidos … y  de miradas al marcador simultáneo donde aquellas marcas que perdieron la carrera de la modernidad, nos indicaban, no sin cierto suspense, que había habido gol en La Rosaleda o en el Molinón.  Y de fondo el sonido de los transistores, reflejo de las dos Españas ( la más moderna del Butano y Juan de Toro y la más rancia de Hector del Mar y su “un, dos ,tres … Sakuskiya otra ves”)
En el primer partido de mi vida, y en los siguientes ( como en las corridas de Las Ventas) lo mejor estaba en la previa en los bares de la zona donde la gente fantaseaba con lo que pasaría unos minutos después y recordaba el último regate de Amancio o el último salto de Santillana, acodados en la barra de nombres míticos como El Cachirulo, P-6 o José Luis, mucho antes de que la Esquina del Bernabeú y las franquicias lo desnaturalizaran todo.  Nunca el fútbol resulto más sugerente que en la voz de aquellos aficionados que recreaban cada acción con memoria enciclopédica.
En el primer partido de mi vida, descubrí  lo importante que era estar atento a cada acción porque los goles ni se avisaban con antelación ni se repetían... Y Estudio Estadio empezaba muy tarde los domingos.
En el primer partido de mi vida, ya descubrí que en el fútbol estaban permitidas cosas que no estaban permitidas en la vida real a un niño como insultar a la gente, preferentemente al árbitro o al rival. También se podía animar a alguien de tu equipo con gritos tan poco deportivos como “Benito mata” o hacer chanzas sobre posible defectos físicos del rival.
En el primer partido de mi vida descubrí una muy curiosa camaradería entre personas y familias que no tenían nada que ver excepto la proximidad cada 15 días de una localidad, el amor a unos colores, un enemigo común y la memoria del sufrimiento y la alegría compartidos.

El primer partido de mi vida, lo ganó como casi todos los de esa temporada, y de las siguientes, el Madrid para disgusto del niño que era y de los jugadores  y seguidores del Racing de Santander y  para felicidad de mi tío y de sus compañeros de asiento… y de mis amigos de clase.
En el primer partido de mi vida Amancio y Breitner, precisamente Breitner, fueron los autores de los goles.

martes, 17 de marzo de 2015

¿Qué tienen en común Woody Allen, Carles Puyol y Mats Wilander?


Preparando una clase sobre emprendedores y plan de negocio rebusqué en alguna historia de deportistas  de esas  que luego tan bien funcionan y reparé en dos historias que merecen la pena: dos historias sobre el equilibrio entre talento y esfuerzo de dos deportistas a los que he admirado: el tenista Mats Wilander y el futbolista Carles Puyol.

Carles Puyol, uno de los jugadores más emblemáticos del fútbol europeo de los últimos años y capitán del mejor Barça de la historia, era un jugador más de la cantera del equipo blaugrana que no destacaba especialmente por sus condiciones técnicas, por su habilidad con el balón ni por su elegancia en el juego, rodeado como estaba de los mejores jóvenes de su generación reclutados por todo el país.


Pero ya entonces su entrenador en categoría juvenil  vaticinó que Carles sería de los que seguro llegaría al primer equipo. Y no lo haría por sus condiciones técnicas sino por la confianza en sí mismo, por sus ganas de llegar y de triunfar. En definitiva por no rendirse, por “insistir” … por su dedicación y esfuerzo cuando los demás levantaban el pie del acelerador. Después de una carrera de más de 15 años en el primer nivel tanto en su club como en la selección parece que aquel entrenador no se equivocó.

Mats Wilander, uno de los grandes tenistas suecos de la historia y uno de los grandes nombres del tenis del último cuarto de siglo pasado, es un deportista que vivió en carne propia la otra cara de esta historia: las consecuencias “levantar el pie del acelerador”.
Cuando era uno de los 3 mejores tenistas del mundo y con 7 Grand Slams ganados decidió que “la vida era algo más que tenis”  y que no hacía falta seguir entrenando 8 horas diarias (que, por otra parte, era lo que había hecho desde que tenía 6 años)  … que su vida merecía algo más.
Mats pensó que no pasaba nada por dejar de pelear por ser el número 1 e intentar vivir algo más cómodo acomodado en una posición más relajada en el top ten mundial.



Lo que pasó es que un año después  estaba por debajo del top 50. Simplemente descubrió que el resto de tenistas que ocupaban los primeros 50 puestos de la clasificación trabajaban, entrenaban e “insistían” para llegar a ser el número 1 aunque no lo consiguieran. Que el deporte profesional, igual que la vida y la empresa, rara vez premian las medias tintas.



Y en esas estaba preparando el power point cuando se cruzó en mi timeline de twitter  una de esas frases redondas que por suerte además no es de Paulo Coelho sino de un genio mucho mayor y con el que además he disfrutado mucho más que con el escritor brasileño. Estoy hablando del gran Woody Allen, alguien por otra parte poco sospechoso de practicar mucho deporte.


Al director neoyorquino se le atribuye aquello de “ El 90% del éxito se basa simplemente en insistir”. Lo podían haber dicho Puyol o Wilander pero lo dijo el autor de Annie Hall, alguien que goza de éxito y reconocimiento después de una carrera de más de 40 años pero que sigue a sus casi 80 años rodando una película al año y que aún en los momentos en los que pareció que la crítica y ,sobre todo, el público americano le volvía la espalda insistió una y otra vez en su particular visión del mundo y en sus historias urbanas.

Así que amable lector, si estás intentando sacar adelante tu propio proyecto, si estás iniciando tu carrera profesional, si acabas de cambiar de empresa, si tienes tu propio negocio, si tienes una idea, si todavía no la tienes pero la estás buscando, si crees que has encontrado el camino … “insiste” no queda otra … el mercado, google, tus compañeros y tus clientes  te lo premiarán y tu lo agradecerás.  

jueves, 12 de febrero de 2015

25 cosas imprescindibles que ver y hacer en Nueva York ( además de las que ya te imaginas)

Nueva York es una ciudad maravillosa que produce una sensación extraña: por una parte todo nos resulta familiar (todo lo hemos visto ya gracias al cine y a la televisión) y por otra parte en cada esquina y en cada viaje no deja de sorprender.

Sin ánimo exhaustivo aquí van 25+1 recomendaciones para que tu próximo viaje a Nueva York sea inolvidable. Son apuntes desordenados de mi experiencia en el verano de 2014 en Nueva York, de 30 días de disfrutar una ciudad fascinante ... Espero que os gusten.


0- Empezamos por la comida nacional: la hamburguesa. Si queréis comer una hamburguesa en NY debéis hacerlo en Shake Shack, una cadena de hamburguesas gourmet ... espectacular!! Nos hicimos muy fans. Empezaron en el quiosco central de Madison Square Park hace 10 años (siempre tiene colas aunque haga frio o calor) y ahora hay unos 20 por toda la ciudad.

1- Pasear el sábado por la mañana por Bleecker Steet en el Greenwich Village. Algunas de las tiendas más cool de NY y donde viven las estrellas del cine, la música…. Empezar el paseo en la esquina de la 11th West con Bleecker en la famosa (y diminuta) Magnolia Bakery inmortalizada por la serie Sexo en Nueva York

2- “Eataly”  Un multiespacio gastronómico en la esquina de la 23th con la 5ª Avenida con restaurantes y tiendas de productos gastronómicos italianos. Es espectacular, cuenta con varios miles de metros cuadrados! Esto sí que es lo que se llama hacer “marca-país”

3- Muy cerca en Madison Square Park, el paraíso de los Foods Trucks.  Es lo mas “in” de Manhattan, puestos de comida callejera donde hacen cola todos los pijos que trabajan por la zona. Algunos puestos alcanzan un nivel de sofisticación que no tienen nada, nada que ver con los puestos de perritos y si con restaurantes de lujo

4- En una ciudad como Nueva York cualquier ahorro cuando vas de viaje es bueno. Aquí vamos con el primer consejo: museos gratis !! En Museos como el Metropolitan o el de Historia Natural aunque todos los carteles (y todas las Guías!) te hablen de precios de 20 o de 25 dólares no hagas caso. Son “precios recomendados”, si buceas en su web verás que dicen que es “precio recomendado” pero que aceptarán cualquier aportación del visitante desde 1 céntimo! En otros museos como el MOMA (por ejemplo el viernes por la tarde)  hay días gratis. Esto último sí te lo cuentan en todas las guías.


5- Pasar por la rivera del Rio Hudson. Desde Battery Park al Pier40 (donde nuestros hijos hicieron el campamento de beisbol). Terreno ganado al mar convertido hoy en parques, puerto deportivo, pistas de deportes, sitios para conciertos (el  verano de 2014 desde blues todos los jueves a ... Teenage Fanclub y, claro, todo gratis) ... vistas preciosas de la Estatua de la Libertad y de New Jersey

6- ABC Carpet, una tienda de decoración de 6 plantas espectacular en 888 de Broadway cerca de Flatiron 

7- Tomar un te, un café en Sara Beth. A tu madre seguro que le encantará, hay 5 en Manhattan, elegante, mermeladas caseras (un Living London pero a lo bestia)  

8- Descubrir Chipotle, .. la cadena de comida mejicana que se estudia en las escuelas de negocio de todo el mundo y que ha hecho que ningún americano de menos de 25 años se le ocurra entrar en un McDonalds cuando piensa en comida rápida. Los gurús dicen que es la evolución del fast food al casual food. En cualquier caso los tacos y los burritos están muy buenos.

9- Tomar una hamburguesa en un antro escondido dentro del elegante hotel Le Parker Meridien en la 57 

10- Si quieres ver un museo original, el Tenement es el museo. Está en el Lower East Side, y te cuenta cómo vivían y como eran las casas de los emigrantes que llegaban a Ny en el siglo XIX. Luego puedes ir a comer un sandwich de pastrami el Kaltz y sentarte en la mesa donde Meg Ryan tuvo un orgasmo en Cuando Harry encontró a Sally (es como si fueras a Mingo o San Ginés pero en Nueva York)
  
11- Para comprar zapatillas, lo más barato y con mucha oferta es Modells (hay por toda la ciudad)   

12- Las dos mejores opciones para comer pizza,  son baratas y buenísimas:  Two Boots   y  Joe´s Pizza . Pero, disfrutaréis más en la Two Boots de cerca de Broadway: 15 tipos de pizzas, todas con nombre que rinden homenaje a clásicos de la música, carteles de conciertos y la leyenda de que allí de pie donde tu estás comiendo han comido pizzas todos los que tienen algo que decir en la música de los últimos 50 años.

13- Coger el ferry naranja que sale de Battery Park y va a Staten Island. Es gratis y sale cada media hora. Vistas muy chulas y desde muy cerca de la Estatua de la Libertad  sin tener que pagar por ello.  Y ya que va de barcos, coger en el Pier 11 ferry-taxi para Brooklyn. 7 euros 4 o 5 paradas buena opción para ir a Williamsburgh y al otro lado de Manhattan junto al Parque del río Hudson el ferry a New Jersey (no por el destino sino por el recorrido y por las vistas de NY)

14- Nos hicimos fans de un sitio muy chulo: el MeatBallShop, un sitio para comer albóndigas, si, si … albóndigas. Solo hay 5 tipos de albóndigas, 5 tipos de salsas y 5 guarniciones. Hay unos cuantos por toda la ciudad. Es un concepto de negocio original que seguro que triunfará en España ( gente guapa, mucho tatuaje, mucha barba y locales en los sitios “in” desde Williamsburgh al Lower East Side). Mola!!


15- Un buen link con tiendas para compras neoyorquinas. Desde el clásico Century21 (como os podéis imaginar mucho más lleno de españoles que los museos, claro) a otras de electrónica. En Brooklyn, en Lafayette Ave un outlet de Gap de esos que solucionan todos los regalos para la familia en España.

16- En la 5ª Avenida llegando a Central Park y junto a una tienda muy original de Apple (subterránea) está la tienda de juguetes con el piano gigante de la peli “Big”. La tienda se llama FAO Schwarz. Por si os apetece hacer el payaso a lo Tom Hanks. De tiendas, desde luego no deberíais olvidar las calles del Soho (las marcas más conocidas tipo Converse o Uniqlo en Broadway y las más cool en las calles aledañas tipo Ben Sherman). También merece la pena Anthropologie ( ropa, complementos y cosas de casa). Por ejemplo hay una justo al lado del Chelsea Market, otra en el Soho  ...

17- El CBGB (en el Lower East side) mítico local donde debutaron Los Ramones y todos los grupos del punk neoyorquyino de final de los 70. Hoy convertido en tienda de ropa y memorabilia, y lugar de peregrinaje de mitómanos, pero que conserva todo el sabor con carteles y las paredes originales con los grafittis conservados (como si  el Rock Ola madrileño - con sus baños y todo-  hubiera sido convertido en una tienda de ropa cool  en vez de en un Carrefour Express)

18- Al lado de Washington Square (imprescindible si hace buen tiempo gandulear un rato en la plaza viendo música en vivo, gente peculiar, percusión y todo tipo de actividades), esta la mítica “jaula” para ver a cualquier hora baloncesto callejero (mejor que un partido de la ACB) en la esquina de la Avenida de las Américas con la 4th Street. Merece la pena ver un poco de baloncesto

19- En la zona de Chelsea, el Chelsea Market, antigua fábrica de Galletas Oreo convertida en un espacio gastronómico con multitud de opciones ( desde italiano y mexicano a todo tipo de orientales). Antes, para completar la excursión a esa zona de la ciudad merece la pena, un paseo por el High Line: las antiguas vías elevadas del metro convertidas en jardín urbano y ejemplo de la constante reinvención de la ciudad.

20- Nosotros nos hicimos muy fans de los supermercados orgánicos Whole Foods. Hay mucho por la ciudad, y es una buena manera ( no barata, eh! pero buena) a tomar el pulso a la cesta de la compra de los habitantes de Manhattan. También vale para comprobar que el aceite de oliva es de Italia, el queso de Francia, el vino de Sudáfrica, el jamón serrano no existe … Mi sobrino lo llamaba “la panadería de los 50 dólares” porque vas a comprar una baguette y te acabas gastando 50 dólares en 4 cositas.

21- En vistas desde el cielo además de lo que ya sabéis ( la eterna duda entre el Empire State y el Top of The Rocks) hay una mucho más fácil : la azotea del Met ( es solo una quinta planta pero las vistas de Central Park son inolvidables). Lo abren con el buen tiempo, consultad en la web del museo si estará abierto ya en marzo.
Sobre NY desde cielo en este link os cuentan 19 vistas de la ciudad desde las azoteas . Será por opciones?

22- A la espalda del edificio Dakotta (donde John Lennon conoció a  aquel fan tarado llamado Chapman), pasear por Columbus Ave para descubrir en sus tiendas, en sus mostradores, en sus portales y en sus restaurantes como viven los “ricos de toda la vida” del Upper.


23- Tomar un brunch el domingo en Harlem en el Red Rooster (en el 310 de Malcom X Boulevard) No lo hicimos pero nos quedamos con las ganas ( nos lo enseñaron después de una misa “un pelín para turistas” en Harlem). Sitio muy trendy, no barato, con músicos cantando góspel, gente guapa en las mesas y esa sensación de “estar viviendo una experiencia única” con la que sorprender a la vuelta a todos aquéllos que se creen que conocen NY.

24- Tomar algo por la noche en St. Marks Place, la calle más malasañera de NY. Multitud de pequeños locales. Dejad que vuestro instinto os guíe. Ah! y además para los mitómanos podéis descubrir las casas que aparecen en la portada del “Physical Grafitti” de los Zeppelin.

25- En NY ir de mercadillos es toda una religión. A nosotros nos encantó uno de Brooklyn. Se llama simplemente “The Flea” y funciona todos los sábados en dos sitios : Fort Greene y también en 176 Lafayette Avenue, entre las avenidas Clermont y Vanderbil  (solo entre abril y octubre). También estuvimos en otro chulo (también en el patio de un colegio, era los domingos en Columbus Ave como a la altura de la 80-82).

NADA MÁS, DISFRUTAD !!!!!

jueves, 6 de febrero de 2014

Turista vs Viajero. FITUR y 10 direcciones que demuestran el triunfo de lo social en el mundo del viaje

Hace dos años ya hablábamos acerca de la dimensión social del viaje. Decíamos entonces que ”… la tendencia imparable es la participación de los propios usuarios en la gestión de los contenidos: la web 2.0, las redes sociales, los blogs y el control de reputación online del destino dotan de nuevas herramientas a los destinos y productos turísticos para posicionarse en la Red …la irrupción de la recomendación social como uno de los elementos claves para la decisión de compra”.
Hace escasas fechas (del 22 al 26 de enero de 2014) se celebró la trigésimo cuarta edición de FITUR la Feria Internacional del Turismo que reunió en Madrid las propuestas en materia turística de 165 países y en el que se registró la participación de más de 8.000 empresas relacionadas con el sector del viaje y el turismo entre expositores, participantes en los diversos actos y visitantes profesionales. Además de mostrar la salud del sector turístico español y la importancia básica de éste en el PIB del país como pilar de crecimiento, noticias como el tercer puesto conseguido por España como destino turístico preferido fueron reflejadas por todos los medios de comunicación. Y se confirmó que el concepto “social” del mundo del viaje que algunos llevamos años manejando y que las últimas ediciones de FITUR habían ido dejando señales cada vez más evidentes se ha consolidado definitivamente. Secciones oficiales como FITUR TECH , stands y foros como el de MINUBE e iniciativas como el Social Media Sharing fueron puntos de encuentro y altavoz de algunas de las experiencias e iniciativas más interesantes del mundo del turismo de los últimos 12 meses. Si en un primer momento parecía que el gran cambio que la revolución digital llevaría al mundo del viaje sería el debilitamiento y eventual desaparición de la figura del intermediario, la evolución tecnológica ha confirmado que aquel no era el único cambio y que el gran hito es la importancia del componente social del viaje en la red. Además si la irrupción de Internet quitó en buena medida el control al sector la generalización del móvil y las posibilidades de los smartphones les da a las empresas que sepan aprovecharlo la oportunidad de volver a estar al lado del viajero. Somos “animales sociales”, nos gusta, incluso “necesitamos”, compartir nuestras experiencias con conocidos y no solo con conocidos. Y eso en pocos sectores se hace más evidente que en el mundo del turismo y los viajes. En todas las fases del viaje ( desde la inspiración y la planificación, hasta la realización y disfrute del viaje pasando por la compra del viaje y por el momento de la vuelta a casa y el recuerdo de lo vivido queda patente “la importancia “social” del viaje. En los días que estuvimos en Fitur muchas fueron las propuestas atractivas de destinos y formatos que llamaron nuestra atención en un sector en permanente cambio como es el del mundo del turismo. Aquí queremos ahora compartir con vosotros 10 webs, campañas o empresas que reflejan la nueva realidad del sector y el estado actual de efervescencia del turismo 2.0 y la nueva dimensión del mundo del viaje donde cada día surgen proyectos que ponen el foco en el viajero, verdadero protagonista del viaje y un activo creador de contenidos: >(¿Por cierto os habéis fijado que nadie quiere ser reconocido como turista, un término cada vez más denostado?. Parece ser que la denominación de ”viajero” con todas sus connotaciones positivas ha ganado la partida) En muchas de ellas es muy llamativo la aparición del móvil como estrella de las propuestas con aplicaciones específicas y con webs pensadas para su uso en el móvil : 1-Minube. http://www.minube.com Siguen siendo uno de las propuestas más refrescantes a pesar de empezar a ser unos “veteranos”. Se consolidan como la comunidad por excelencia de viajeros en español y uno de los sitios de referencia para la búsqueda de recomendaciones, opiniones y lugar para compartir experiencias. 2-Campaña “Guardianes del Paraíso” http://www.guardianesdelparaiso.org/ de la Dirección General de Promoción Turística del Principado de Asturias una campaña que apuesta por los amantes de Asturias como prescriptores del destino. 3-Concurso de Platos Estrella de Paradores de Turismo. http://www.europapress.es/turismo/hoteles/noticia-mas-150000-internautas-eligen-platos-estrella-paradores-20131114111636.html. Una acción que quería apostar por la oferta gastronómica de cada Parador y que contó con la participación de más de 150.000 internautas que eligieron sus platos favoritos. 4-Hoteles Ushuaia Ibiza Beach Hotel http://www.ushuaiabeachhotel.com Un hotel singular de Ibiza que ha apostado desde su inicio por el social media y por el protagonismo de sus clientes como generadores de contenido 5-Trip4Real : http://www.trip4real.com/ una web en la que son los autóctonos de lugar los que ofrecen actividades, guías y rutas diseñadas por ellos ( es como si un amigo te enseñara tu ciudad). Las creadoras de esta web la definen como “mercado comunitario” 6-Nomaders http://www.nomaders.com/ De corte similar a la anterior prometen “experiencias auténticas con tus héroes locales” 7-Buscounviaje.com http://www.buscounviaje.com Portal buscador de viaje que funciona como punto de encuentro entre el viajero y más de 70 agencias de viajes expertas en viajes hechos a medida. 8-Aplicaciones como Mobily Trip. http://es.mobilytrip.com/ De carácter gratuito da al usuario la posibilidad de diseñar un diario de viaje con fotos y comentarios de los lugares visitados 9-Tourist Eye http://www.touristeye.es/ Proyecto español comprado recientemente por Lonely Planet y creado en 2010, que empezó como una aplicación para Iphone y Android para compartir experiencias de viajes y que hoy aglutina a una comunidad de más de 500.000 viajeros. 10-ElTenedor.es http://www.eltenedor.es/ Convertidos en el portal de referencia de reservas de restaurantes en España con más de 1 millón de usuarios y 6000 restaurantes registrados, han cimentado su éxito en su presencia en redes sociales y en los comentarios de los usuarios. Evidentemente no son todos los que están pero creemos que reflejan la salud de un sector en permanente proceso de adaptación y cambio y que encara el futuro preparado para nuevos retos. Y a ti, ¿Qué otras iniciativas, campañas, proyectos o estrategias sociales en torno al mundo del viaje te han llamado la atención en estos últimos meses?

miércoles, 22 de enero de 2014

De abogados, redes sociales y océanos azules

Hace casi dos años ya, en febrero de 2012, publiqué un artículo sobre lo que entonces era la incipiente llegada de los despachos de abogados a las Redes Sociales. Parece que la realidad ha dado respuesta contundente a la pregunta que entonces planteábamos ¿Deben estar los despachos de abogados en las Redes Sociales? Muchas de las previsiones y tendencias entonces apuntadas se han cumplido e incluso superado y hoy son muchos los que en el mundo del derecho (tanto grandes despachos en principios reticentes como despachos medianos o despachos unipersonales se manejan con total soltura en el proceloso mundo de las Redes Sociales y son muchos los profesionales que están familiarizados con términos no hace tanto extraños para la comunidad jurídica como hashtag, follower, post, perfil o trending topic. Si como se reflejaba en este reciente artículo de Expansión el 46% de los clientes busca despacho de abogados (o al menos referencias y opiniones sobre los mismos) a través de Internet parece lógico que los despachos dediquen cada vez más recursos y esfuerzos a mejorar su presencia online y a fortalecer su reputación digital. Y como intuíamos desde el inicio Twitter y Linkedin son, no sólo las redes más usadas por los abogados sino a las que les encuentran mayor utilidad y donde se sienten más cómodos según refleja el último estudio anual sobre Marketing Jurídico de LawyerPress. Sin olvidarnos, por supuesto, de la creciente importancia del blog como el espacio donde poder profundizar más en la difusión del conocimiento y generar marca y comunidad de seguidores, nos sigue llamando la atención la escasa utilización de Youtube por parte de los abogados y despachos en España. Y al hilo de esto quiero volver la mirada a una de las teorías de mayor éxito en el mundo del marketing en los últimos años. En 2005 los autores Cham Kim y Reneé Mauborgne formularon su exitosa Estrategia del océano azul. Ellos definen “los océanos rojos” como el lugar donde todos los tiburones están peleando por las mismas presas, hay comida (hay negocio) pero son muchos los que pelean. A simple vista de pájaro se distinguen por el color rojo de la sangre. Frente a esto, los más inquietos de entre los tiburones intentan innovar, descubrir otras zonas donde poder encontrar comida sin tener que luchar con otros tiburones por la misma comida. Es lo que se conoce como “océanos azules”, terrenos todavía no sobreexplotados. Esta teoría es desde entonces enseñada en escuelas de negocio de todo el mundo y lo que es más importante utilizada por gestores, comités de dirección y directores de marketing de empresas a la búsqueda de nuevo negocio. Aplicando esta teoría a la actividad de los abogados en Redes Sociales encontramos similitudes. El crecimiento exponencial de la repercusión y actividad en Twitter ha sido deslumbrante en los últimos dos años. Esto sin duda ha traído muchas ventajas, ha enriquecido la conversación, ha generado contactos y negocios, pero ha multiplicado el ruido mediático. Y aunque las listas y los hashtags son muy útiles, cada vez es más difícil hacerse oír, destacar entre el aluvión de links, datos, mensajes contundentes y opiniones ocurrentes, muchas veces parecidas. Twitter empieza a ser un “océano rojo”. Es evidente que todavía hay peces y los caladeros no dan síntomas de agotamiento, pero hay muchos (cada vez más) peleando por los mismo peces y el esfuerzo por conseguir el mismo resultado cada vez será mayor. Y en esa búsqueda de océanos azules para los abogados en Redes Sociales emerge la figura de Youtube como una opción que merece reflexión y prueba. Youtube año a año crece en importancia. Son muchos los que aseguran que la siguiente revolución en las Redes Sociales vendrá apoyada en la imagen. Sí, cada vez importa más lo visual pero no nos podemos olvidar de la palabra. Youtube responde a ambas necesidades. Universidades, escuelas de negocios o fundaciones de todo el mundo han encontrado en Youtube y en vídeos creados ad hoc una plataforma idónea para transmitir el conocimiento, para alcanzar visibilidad y para incrementar su reputación como expertos en una materia. Y ante esta opción los abogados no deberían encontrar excusas del tipo ¿y yo que puedo contar en Youtube? Como afirmábamos recientemente en un curso impartido en el Colegio de Abogados de Madrid no puede servir como excusa el ¿que puedo contar que sea atractivo?. Si un sastre es reconocido como un caso de éxito 2.0 y tiene cosas que contar atractivas a través de Youtube que merezcan ¡6 millones de visitas! un abogado debería estar capacitado para comunicar sus conocimientos con éxito. Entre otras aspectos, la utilización de Youtube por parte de los abogados incidiría muy directamente en dos de las ventajas que definíamos en el post de Marzo de 2012 que conlleva la presencia en Redes Sociales para un despacho de abogados: • La identidad digital es uno de los medios más importantes para reforzar la reputación. El mundo de los abogados es un negocio de confianza y la confianza se consolida en la red. Y los clientes quieren poner “cara y voz” al abogado. • Posicionamiento como experto en un tema determinadoo en un área de actuación. Ya no vale con publicitarse como experto ahora hay que demostrarlo y compartir el conocimiento. Además en pocos colectivos profesionales encontraremos un mayor dominio de las artes de la dialéctica, la oratoria y la argumentación. Si en todo mercado ser pionero tiene su recompensa y plantar la bandera otorga una ventaja competitiva a quien lo hace ¿A qué están esperando los despachos (sobre todo, los despachos unipersonales) para desembarcar en Youtube y compartir esas píldoras de conocimiento, opiniones y consejos con sus potenciales clientes?

martes, 3 de diciembre de 2013

Las redes sociales son como los bares

Las Redes Sociales son como los bares. Son el escenario de nuestras conversaciones con nuestra gente. “Bares que lugares tan gratos para conversar” ya nos lo decían Gabinete Caligari en los cada vez más lejanos años 80.
Recuerdas los bares a los que acudías todos los días? Seguro, que hubo un momento en los que pensaste que pasarías ahí toda tu vida ... y sin embargo los acabaste abandonando, algunos cerraron, otros se pasaron de moda, o simplemente, te dejaron de gustar, ... Pasará lo mismo con las redes sociales en las que hablas con tus amigos? Nos gustan los bares, pero … nos cuesta menos cambiar de bares que cambiar de amigos. En España las estadísticas dicen, más allá de crisis, que somos animales sociales, que nos gusta la vida “con los demás” y uno de los lugares dónde esa sociabilidad se demuestra en todo su esplendor es en los bares. Sin llegar a la afirmación de los gallegos Siniestro Total que defendían que “somos seres racionales de los que toman raciones en los bares” sí que parece cierto que uno de los rasgos que definen a los españoles es su afición por la vida en la calle, por celebrar cualquier acontecimiento por pequeño o grande que fuera frente a una barra o una mesa, por resolver todo tipo de cuestiones, sellar proyectos, iniciar amistades, consolidar relaciones, ver un partido o arreglar el mundo mientras discutimos sobre lo humano y lo divino en los bares. También dicen las estadísticas que España es uno de los países donde mayor repercusión han tenido las Redes Sociales y que somos de los internautas europeos que más tiempo consumimos en Redes Sociales. Si echamos la vista atrás ( “más o menos atrás” dependiendo de tu edad, querido lector) todos tenemos bares que son o han sido casi parte ineludible de nuestro grupo de amigos. Es fácil echar la vista atrás y recordar a determinado grupo de amigos (del colegio, de la facultad, del grupo de teatro, del equipo de rugby …) unido al bar en el que os reuníais y que era vuestro cuartel general. Muchos podríamos asociar aquel mítico verano a cierto bar donde empezaban o acababan todas nuestras historias, todas las historias. Pero … sin embargo, los amigos permanecen, y los bares desaparecen, cambian … Se pierden en la memoria y al poco tiempo casi ni nos acordamos de cuando las noches transcurrían frente a ese barra. Las razones son muchas y diversas. En algunos casos el bar se puso demasiado de moda, se llenó de gente y dejo de ser aquel sitio en el que tú y tus amigos os sentíais como en casa. Otras veces sucedió todo lo contrario, ya no había nadie conocido en el bar, ya no sucedían cosas interesantes en aquel lugar... Ya no era aquel sitio en el que no hacía falta quedar porque sabías que al asomarte por allí iba a haber un montón de amigos y de amigos de amigos. En otros casos de repente, el dueño decidió cambiar las normas sin avisar. Ya no valía pasarse toda la tarde sentado en la mesa del fondo con una bebida había que consumir más, ya no se podía jugar a las cartas, … o simplemente puso una televisión, dos tragaperras y un máquina de dardos para generar ingresos adicionales… O decidieron cobrar entrada donde antes se pasaba gratis, o decidieron quitar la tapa con cada consumición donde antes la había O, simplemente, alguien abrió otro bar enfrente más atractivo, un bar que “molaba” más, un bar “al que había que ir”. En el mundo virtual, las Redes Sociales por muy importantes que sean y por muchos millones de usuarios ( de “clientes”?) que tengan no dejan de ser “los bares” de esta historia, solo “los bares” … aquel sitio donde tú te reúnes con tus amigos. Son “el escenario” de las conversaciones. ¿Os acordáis de aquellos bares donde algunos nos asomábamos a mitad de la década pasada? ¿Os acordáis de un tal “myspace”? La verdad es que estaba bien, y ciertamente ponían buena música, pero igual que se puso de moda y se llenó un día se pasó su tiempo, se quedó vacío. De repente, un día al entrar no encontraste a casi nadie conocido. Todos se habían ido a un bar que habían abierto en la esquina de al lado y cuyo nombre empezaba por “F”. Muchos bares cerraron sin que nos diera tiempo ni ganas de entrar (os acordáis de Keteké?) otros no cerraron pero languidecen, otros bares los frecuentamos unos meses hasta que se pasó la gracia (“efecto champán” lo llaman los entendidos), otros fueron abiertos a bombo y platillo pero pasadas unas cuantas visitas no le acabamos de encontrar la gracia y aunque con frecuencia vemos sus rótulos luminosos cada vez son menos las veces que entramos a pasar un rato (hace cuánto que no entras en Google+?) Y, claro, aunque es verdad que en algunas partes de este país nos gusta mucho ir de bares, cambiando cada 10 minutos de bar, nuestro tiempo es limitado y no podemos ir a todos los bares que abre. El circuito va de bar en bar y la historia va cambiando de tema … y a fin de cuentas lo que nos interesa es la gente con la que hablamos y disfrutamos de nuestro tiempo. El decorado es lo de menos. Queremos estar cómodos y que no nos molesten. Y algunos parecen que lo olvidan. Así que si la pregunta es … ¿seguiremos dentro de cinco años quedando con nuestros amigos para hablar, reír, discutir, compartir …? La respuesta es “sí, seguro”. Ahora bien si la pregunta es ¿lo haremos en los mismos “bares” que ahora? Ya no estaríamos tan seguros de la respuesta. Artículo publicado en el Blog de Socialnautas

jueves, 28 de noviembre de 2013

El cliente "Roberto Carlos"

Cuando todo esto de las redes sociales era un escenario tan desconocido y tan futuro como lo que se aventuraba en ”2001 Odisea del Espacio”, un cantante brasileño hacía fortuna con baladas de estribillo pegadizo cantadas en español. Roberto Carlos, así tal cual sin apellido, hizo fortuna a mediados de los 70 del pasado siglo con estribillos pegadizos que triunfaban en las radiofórmulas de la España de Antonio Alcántara. Entre sus éxitos más celebres aquélla canción titulada “ Un millón de amigos” .


El bueno de Roberto Carlos no quería “cantar solito” quería“ llevar este canto amigo a quien lo pudiera necesitar …” y nos dejaba muy claras sus intenciones en el estribillo que repetía machaconamente “ yo quiero tener un millón de amigos para así más fuerte poder cantar…”. Años después, metidos en el entorno 2.0 y en la presencia de las empresas en los medios sociales, nos encontramos cada vez más en nuestra actividad diaria con clientes que se han tomado al pie de la letra la canción del brasileño (para algunos el verdadero precursor de las redes sociales) y persiguen “ese millón de amigos”. A este tipo de clientes, “el cliente Roberto Carlos”, se les reconoce fácilmente: están obsesionados por tener más y más fans, más y más followers. Y el éxito o fracaso de una política en medios sociales lo basan en alcanzar un determinado número de seguidores ( si puede ser mayor que el de su competidor o que el de la casa matriz de su multinacional mejor). El día que en clase les hablaron de calidad y cantidad o no pudieron acudir o estaban distraídos. Y aunque nosotros sabemos y, se lo hemos dicho, que eso no es lo importante que lo importante es la vinculación entre el consumidor y la marca, el “engagement”, algunas veces acabamos cayendo en su juego y nos descubrimos hablando en su lenguaje, donde el éxito se mide sólo en curvas de crecimiento de fans y followers. Y a ser posible, crecimiento rápido. Pero… “crecer” ¿para qué?,“más seguidores” ¿ para qué? Llegado ese punto y volviendo a Roberto Carlos ( nombre, por cierto, de cantante y de futbolista) convendría recordar qué perfiles tienen más seguidores en Twitter. Pues sí, lo han adivinado, precisamente cantantes y futbolistas lideran ese ranking. Millones de personas siguen en Twitter las ocurrencias de Lady Gaga o Justin Bieber. Y a nivel local Piqué, Alejandro Sanz o Iniesta … acumulan cifras impensables para cualquier empresa. Claro, que si hemos llegado hasta aquí influidos por los principios del Cluetrain Manifesto y hemos adoptado como mantra aquello de “los mercados son conversaciones” no parece que haya mucho conversación en los perfiles de esos famosos si no más bien envío de píldoras de información unidireccional y planos jerárquicos muy diferenciados entre emisor y receptor. Así que si lo que defendemos es la virtud de las redes sociales como medio de iniciar y profundizar en conversaciones con nuestros clientes, como espacio para hablar y escuchar, para dialogar y argumentar, para compartir y debatir, para vertebrar y dinamizar comunidades deberemos convencer a nuestros “clientes Roberto Carlos” de introducir en sus peticiones, junto a sus métricas términos como la vinculación, tasa de actividad, el engagement, el cariño , el compromiso, el diálogo, la vitalidad de la comunidad. Ya nos lo decía nuestra abuela, lo importante no es tener muchos amigos sino tener amigos de esos que nunca fallan, “amigos de guardia” con los que puedes contar cuando hace falta y que sean ( y esto no me lo dijo la abuela pero lo añado yo) de esos que te presentan nuevos amigos, hablan bien de ti y te recomiendan a otras personas

martes, 4 de junio de 2013

Facebook: una relación de amor-odio. O "se nos rompió el amor de tanto usarlo"

Muchos son los artículos aparecidos en los últimos meses sobre la encrucijada de Facebook, sobre sus últimas decisiones para conseguir más ingresos, “sobre si la publicidad mató a lo social” e incluso (aunque pudiera parecer que no tiene relación directa), de cómo los más jóvenes no se ven atraídos por la más famosa de todas las redes sociales.

En el blog de Socialnautas con el mismo título que el de este post he publicado un viaje en 9 paradas  por la evolución en la relación de amor-odio entre Facebook  y  un usuario tipo y en como la aparición de terceros en discordia (las empresas y la publicidad) trastocó todo.
Quizás no es más que lo que adelantó la tonadillera en los años 80 “se nos rompió el amor de tanto usarlo” y que es un resumen muy gráfico de que “no hay amor que 100 años dure … ” ( y, aunque Rocío Jurado no pudiera intuirlo)  “ … y mucho menos en las redes sociales”.
Vamos con la historia : 



-1) En el principio, un amigo te dijo “te tienes que apuntar a un sitio muy chulo. Se llama Facebook, es como Myspace pero mola mucho más y es muy divertido y sencillo”.  Y entraste y te gustó la novedad. Y recuperaste relación con gente que creías perdida, y te apuntaste a grupos que surgían en torno a los temas más variopintos, y hablaste, y compartiste y … te gustó un montón y te sentiste bien, muy bien. Te enganchó.


-2) Luego, llegaron todos los demás. Primero era territorio para enteradillos como tú, posteriormente fueron llegando el resto: los menos tecnológicos, los más escépticos e incluso tu cuñado  “el analógico”. Los medios de comunicación convencionales hacían referencias constantes al fenómeno y hasta tu padre amenazó “con crearse un perfil”. Ya estábamos todos.


-3) Las empresas, grandes y pequeñas, (algunas antes, otras después), volvieron de manera natural o inducida su vista hacia Facebook porque allí estábamos todos hace un buen rato y además consumíamos nuestro tiempo navegando dentro del universo Facebook.  Y claro, ese “todos” significaba  “clientes y potenciales clientes” de los productos y servicios de esas empresas.
Ah! y además a las empresas también les sedujo que era gratis ( Error!: “cuesta tiempo” y “cuesta personas” que definan estrategias y personas que implementen las tácticas) pero, bueno, alguien dijo que era gratis y fueron muchos los que se lo quisieron creer. Así que  compraron que “era gratis”.


- 4) Al principio las personas (nosotros) queríamos hablar con nuestros amigos y hasta con los amigos de nuestros amigos pero no con las empresas. Es más a muchos de los que llegaron a Facebook en 2008 ni se les pasaba por la cabeza que este espacio sería territorio de las empresas. Parecía todo mucho más naif.
Queríamos contar nuestro fin de semana, compartir nuestras fotos, recuperar contacto con gente que hace mucho se nos perdió “por el túnel que lleva el tiempo”, compartir links, vídeos, curiosidades de esas que descubres cuando te pones a navegar sin rumbo por internet, organizar fiestas, felicitar cumpleaños, quedadas ... Pasar el rato, demostrar lo ingeniosos que éramos y descubrir lo graciosos que eran algunos de  nuestros amigos. No dejaba de ser una evolución (muy mejorada, por cierto) de los “powerpoints de gatitos” y los emails de chistes de los 90.


- 5) Algunas empresas, las menos, descubrieron que ahí había una mina  y además alguien les contó lo del Manifesto Cluetrain y les gustó y escribieron en la pizarra de la sala de reuniones aquello de “los mercados son conversaciones” y decidieron “hablar” con el cliente en su terreno natural, en su perfil de Facebook. Y construyeron interesantes comunidades en torno a sus marcas que hablaban no de su producto sino alrededor de su producto.
Otras, las más, solo vieron esas palabras que tanto les gustan para definirnos a nosotros, a los consumidores.
Vieron “target”, “segmentos”, “público cautivo”, “nichos de mercado”, vieron “revenue”, negocio … Y empezaron a disparar su artillería publicitaria. Todo muy 2.0 pero todo con  un espíritu muy  1.0. Bombardeo publicitario, “yo, yo y yo”, poca conversación y mucha interrupción.
La conversación fue languideciendo cuando muchas empresas decidieron que “la conversación” no molaba tanto como la cuenta de resultados



-6) Y en medio de todo esto, “el dueño del bar”,( los señores de Facebook), empezó a pensar que todo este tsunami que había dado lugar a profesiones a los dos lados de la mesa, a infinidad de libros, ponencias, cursos, artículos y hasta películas … tenía que empezar a ser “monetizado”.  Que todo el mundo se lo pasaba muy bien en su “bar” pero nadie pagaba.
Alguna vez habrás oído aquello de que el producto de Facebook somos los usuarios y lo que los usuarios creamos y compartimos. Y llegados a este punto, si Facebook quería ganar dinero aparecían varias vías : una que han desechado ( de momento) era cobrar a esos usuarios que eran el producto, otra que han decidido abrazar con la fe del converso (en un sitio que nació con vocación “social” no “económica”) fue primero  llenar el lugar de publicidad, y no contentos, acometieron la segunda fase: “regular” la conversación ( que el que más pague sea al que más se le oye, cargándose de un plumazo la frase “el contenido es el rey” por la más clásica de “el dinero es el rey”)


-7) Lo malo es que quizás esta solución no satisfaga a ninguna de las dos partes: ni a los usuarios particulares ni a las empresas. 
Los particulares encuentran cada vez vez más “llena” su pantalla de anuncios, mensajes, “historias patrocinadas” y “post promocionados” que nada tienen que ver con lo que ellos buscaban cuando se dieron de alta en Facebook. Si a esto unimos la pérdida del efecto “novedad”, los recurrentes debates sobre la privacidad, las voces que les convencen que “lo cool” es abandonar Facebook y el natural “tedio” en toda relación … el tema no tiene buena pinta.
Con  las empresas el tema no parece mejor. Si van a tener que pagar por cada post promocionado, si entienden que “el todo gratis” se ha acabado, si entienden que su tiempo y personas empleados en crear contenidos interesantes y diseñar estrategias inteligentes no tiene repercusión, si se impone lo de “si quieres que tus fans vean lo que quieres contarles tendrás que pagar”, huirán, y buscarán otros canales, otros espacios ... y los acabarán encontrando, seguro que los encontrarán. 
Las empresas que se queden y sepan agregar valor a sus seguidores prosperarán, pero les costará dinero – en RRHH y en lo que Facebook les exija para poder ser visible para sus contactos-.


- 8) Muchas de las personas usuarias de Facebook estarían encantadas de que todo esto ocurriese. Menos ruido en su timeline supondría más visibilidad para lo que les cuentan sus amigos, que es lo que de verdad les importa y lo que les hizo unirse a Facebook.
Quizás esa relación cada vez más fría, cada vez más debilitada entre Facebook y su usuario ( que no olvidemos es su producto) volviera a resurgir y renaciera el enamoramiento del inicio.


- 9) Con lo que estamos otra vez, al principio de la historia. Facebook como red social para que las personas se relacionen entre sí, como espacio abierto para la conversación.
Solo hay un problema: el modelo de negocio.


Facebook sigue teniendo un problema, cómo ganar dinero … y haciendo pagar a las empresas no lo va a solucionar ... lo va a agravar. Pero, entonces … ¿con qué va a ganar dinero Facebook?