miércoles, 18 de marzo de 2009

oposiciones

Casi todas las tardes se repite el ritual. A la vuelta de mi trabajo atravieso, y nunca mejor dicho pues ellos ocupan la acera y no tienen intención de moverse en esos diez minutos de libertad en la que les da el aire, la puerta de entrada a una conocida academia de opositores. Allí se preparan futuros inspectores de hacienda, funcionarios de la comunidad de madrid, inspectores de trabajo ( lo que podríamos llamar la clase media de los opositores).

Desde fuera lo que se ve no es un grupo de futuros servidores del Estado, lo que se ve es una serie de chicos y chicas ( cada vez menos jovenes), que fuman mucho, que no toman el sol, que tienen mala cara, ojeras y que se afeitan poco, ellos, y se arreglan poco, ellas... y además que no se escuchan los unos a los otros. Ese rato es el que tienen a lo largo de la semana fuera de los 10 metros cuadrados de la habitación donde estudian y lo que quieren no es escuchar penas sino contar las suyas ... aunque no les escuchen, contar "su" batallita ... y que, por supuesto, cuando les pides paso educadamente ni se apartan ni te miran.

A mi cuando paso no me dan envidia, me dan pena y un poco de miedo. Juego a pensar quien será el candidato a aparecer una buena mañana con un rifle de repetición eliminando a competidores y profesores del tribunal de oposición.

El sábado tuve una muy divertida comida con antiguos compañeros de la carrera. Celebramos el 25 aniversario de nuestros primeros parciales o algo así. Actualizamos nuestras vidas y compartimos recuerdos y cariño. Entre nosotros había empresarios y directivos preocupados por la crisis en sus sectores, inquietos por un futuro con nubarrones. También había un grupo más tranquilo. Muchos de ellos habían opositado. Mayoritariamente a la clase alta de las oposiciones ( notarios, jueces, diplomáticos, registradores ...). Todos parecían saludables y felices,no tenían ojeras, escuchaban lo que se les contaba, se les veía relajados, se les veía cómodos.

A mi cuando les ví no me dieron ninguna pena, si acaso envidia, tampoco mucha.

Muchos de esos opositores soñolientos, demacrados y fumadores compulsivos con los que me cruzaré dentro de un rato cuando vuelva a casa, deberían haber asistido a la comida para comprobar que el esfuerzo tiene recompensa y que el que algo quiere algo le cuesta y que a la vuelta de la esquina ( 20 años no es ná) vivirán tranquilos y felices y estos años de juventud perdida serán solo un recuerdo y que ya nunca más tendrán que demostrar sus conocimientos y aptitud ante clientes, consejos de administración o comités de dirección.

De todo esto me acordaba hoy cuando pensaba en este largo puente que estamos a punto de empezar. En la radio decían que "el puente" junto a "la siesta" eran unas de las grandes aportaciones de lo español a la cultura mundial ... y yo pensaba en las oposiciones y los funcionarios que aun no siendo un invento español aquí hemos conseguido que sean más nuestras que la tortilla de patata y el gazpacho.

no seré como Larra y no te diré aquello de "vuelva, usted mañana" pero vuelve en unos días por aquí ... habrá más. Buenas tardes y gracias por pasaros por el lateral zurdo.


os dejo, que tengáis un buen puente.

jueves, 5 de marzo de 2009

disparando a puerta

Hace cuatro años andaba yo haciendo un Master en el Instituto de Empresa. Entonces no lo sabía pero estaba construyendo las bases de un nuevo proyecto laboral. Yo era una esponja y compraba muchas de las ideas que por ahí se decían. Y entre las consignas que me quedaron claras tras los muros de Maria de Molina estaban dos :

- la gente cuando te escucha en una presentación tiene poco sitio en la cabeza para lo que le vas a contar. Elige un par de ideas que quieres que se lleve tu interlocutor y mejor cuentaselas al principio y recuerdaselas al final. lo que le cuentes en medio sobra. ( o por qué te crees que eurovisión siempre la ganan los primeros que cantan o los últimos que participan?) Y además si les pones un ejemplo o un simil visual mucho mejor.

- la otra idea hablaba del "elevator pitch". Para ganar un cliente, para captar un inversor en tu proyecto, para seducir a un nuevo empleador o conseguir un socio ... tienes que tener un discurso coherente y claro que "quepa" en el trayecto normal de un ascensor. Si no puedes explicar/ resumir a qué te dedicas en lo que dure un viaje en ascensor, cambia tu discurso o revisa tu proyecto.
Para los que tendemos a la dispersión es un muy buen ejercicio tratar de acomodar todos nuestros discursos a los tiempos de un viaje en ascensor.

Por eso, y como a pesar de mis esfuerzos que os contaba en el post anterior, todos los que me rodean siguen empeñados en hablarme de la crisis y en preguntarme " ...y tu, qué tal llevas la crisis?" he desarrollado un "elevator pitch", cortito, claro con ejemplo futbolero incluido para salir del paso, parecer optimista pero realista, y poder pasar a hablar del viento y el frío que hace que es de lo que toda la vida se ha hablado en el ascensor hasta que llegó la puta crisis.

Así que si nos vemos en los próximos días en el ascensor ( o fuera de él) y me preguntáis que tal llevo la crisis os diré que

"bien, disparando más a puerta para meter los mismos goles que antes. Cuando todo va bien llegas a puerta dos veces y haces tres goles. Cuando vienen mal dadas, hay que generar más ocasiones, tirar mas a puerta, atacar más para hacer los mismos tres goles. Pero al final los acabas metiendo"

Luego, llega Messi y me desmiente. El Barça está en crisis, ayer en Mallorca no tiró a puerta en una hora, sale Messi tiene una ocasión y la mete.

Pero, claro Messi es un genio y mi receta del ascensor es para la gente normal que no somos genios.

Ah, y todo esto, siempre hay que decirlo con una sonrisa, que no cuesta nada.

Besos, buenas tardes. Mañana como con el bastardillo y el ceporro. no creo que hablemos de futbol ni de ascensores espero que hablemos de nosotros y seguro que hablaremos de concursos ( ... pero eso es otra historia, quizás otro post)