miércoles, 12 de agosto de 2009

This is England


Llevamos ya 12 días en Inglaterra. Y reconozco que este país me encanta. Lo digo de antemano por si lo siguiente hiciera dudar a alguien.

Este país son dos países que viven juntos, que se miran y se desprecian mutuamente y que coinciden en pocas cosas.
Una Inglaterra, que es dentro de la que estoy viviendo estos días, se aferra a sus tradiciones, a sus puddings, a sus tea time, a sus sesudos periódicos de toda la vida , a su críquet y a su golf. A sus colegios exclusivos y a sus universidades prestigiosas. A su respeto y cariño por los animales , a su escepticismo por todo lo continental y al orgullo isleño. Sus casas no son todas desoladoramente iguales, reciben tarjetas que les invitan con un mes de antelación a fiestas. Son civilizados, educados, fríos y formales.


La otra Inglaterra es la que veo cuando bajo a la playa o vamos al Tesco ( santuario de la religión del consumo. Nuestro Tesco abre 24 horas por si alguien necesita hacer la compra pongamos a las 3 de la madrugada de un lunes).

Esta Inglaterra se queda embarazada irremediablemente antes de los 16 años ( Inglaterra posee el mayor índice de embarazos de adolescentes de toda la Unión Europea), consume prensa basura ( 4 millones de tirada tiene el Sun, parecida el Daily Mirror), come comida basura a todas horas, fabrica niños obesos, consume televisión y aunque nos duela es la que va a nuestras playas ( la otra prefiere la Riviera francesa o la Toscana italiana).
Esta Inglaterra en cuanto hace calor se quita la camiseta ( en sus trabajos, por la calle. ...) dejando al descubierto cuerpos lechosos y tatuajes imposibles. Sus coches son prolongaciones de su cuarto de estar, siempre tienen unas zapatillas, varios Sun y unas cuantas bolsas de snacks esparcidas en su interior. Abandonan pronto los estudios.

Es como si James Ivory y Ken Loach hubieran decidido ponerse cada uno a un lado de la red y se dedicaran a acentuar los rasgos de dos países que, no sé si irremediablamente, quedó partido en dos en los duros años de la Dama de Hierro.

O quizás siempre han estado partidos y solo las grandes guerras parecieron unirlos. Y simplemente todo esto es la prolongación del “Arriba y Abajo”. Los de abajo subieron a la superficie pero solo para dejarles vivir en colmenas de adosados todos iguales, emborracharse los sábados en el pub, comprar en el Tesco.

Luego, busco puntos de encuentro y los hallo. Las dos Inglaterras vibran con el comienzo de la Premier y ven con intranquilidad el abandono de las estrellas hacia la Liga española. Las dos se paralizan esta semana ante un partido inentendible e interminable ( dura cuatro días!!!) de críquet.

Las dos Inglaterras, la que lee el Daily “Tori”graph y la que mira el Sun, devora la información sobre una pareja de padres que mató a su hijo el “baby P”, ahora que lo de Madeleine y el Algarve se perdió en el túnel de la información.

Pero también las dos Inglaterras adoran la música pop y tienen una cultura musical muy superior a la nuestra. Quieren, a pesar de todo, a su monarquía y respetan por igual a personajes tan dispares como Elthon John, Sebastián Coe y Mister Bean.

Y celebran cada día de sol como si fuera el último aunque ya llevemos doce seguidos mientras por la tele vemos como llueve en España. Será que no sólo hemos importado sus estrellas de la Premier? Será que en el paquete venía también la lluvia?

A mi me encanta este país, me encanta su clima en verano y adoro un país que en mi adolescencia suponía la primera ventana a la modernidad que teníamos desde España. Y claro adoro un país que es capaz de crear a Nick Hornby, los Monthy Piton, los Clash y Aztec Camera. Ah! ... Y también a dos estupendos sobrinos.

Mañana nos vamos a Londres, probablemente mi ciudad preferida .... después de muchos viajes a Londres en todo tipo de formatos, mañana estrenamos uno nuevo: vamos con los niños.

Ya os contaré.